viernes, 12 de septiembre de 2014

Neurología del aprendizaje


El cerebro es el órgano de aprendizaje, de tal manera que debemos conocer cuales son las funciones básicas para que este proceso pueda llevarse acabo.
 
Las siguientes son algunas de las acciones mas relevantes en la neurología del aprendizaje.  
 
 
1. El gasto energético del cerebro: El cerebro es el mayor consumidor de energía del organismo.
Con sólo el 2 por ciento del peso corporal, el cerebro consume el 20 por ciento de la energía que gastamos.
Las tareas cerebrales que más consumen energía son aquellas que requieren focalizar la atención, como el aprendizaje.
Eso se debe a que estas tareas afectan a prácticamente todas las zonas cerebrales y a menudo precisan crear nuevas conexiones neuronales.
Nuestro cerebro es capaz de  ignorar aquello que no merece la pena ser aprendido, como aprender lo que sí es relevante.
2. Los procesos de atención: Nuestro cerebro recibe durante todo el dia grandes cantidades de información a través de los sentidos
El cerebro no quiere trabajar mas de lo necesario, pero tampoco deja pasar las oportunidades que se le presentan y clasifica que información es  la que conserva y cual es la que desecha.
En general, nuestro cerebro, desecha una gran cantidad de toda esa agobiante información, a su vez nuestra conciencia solo permitirá que una pequeña parte de toda esa información que lo bombardea, esta gran mayoría de información no llegara al hipocampo, que es el encargado de procesar la información para su memorización a corto plazo. 
Si alguna información no es registrada en esta área del cerebro, nunca podrá se evocada ni recuperada, no habrá existido ningún aprendizaje y por consecuencia no existirá ningúna posibilidad de cambio de conducta.
Es entonces nuestro cerebro el responsable de tomar las decisiones de lo que debe o no ser enviado a nuestra memoria a largo plazo, y lo hace interpretando si estamos ante una oportunidad o una amenaza o bien si estamos ante un hecho neutra que nos resulta indiferente.
3. La memoria operativa: Cuando aprendemos, se produce un cambio a nivel sináptico en las neuronas de nuestro cerebro. Es entonces cuando la información se mueve definitivamente a diferentes áreas de nuestro cerebro para su almacenamiento en la memoria a largo plazo.
La primer parte de este proceso es la mas importante pues se produce en el hipocampo y este no es capaz de recibir una gran cantidad de información, si cargamos demasiado la memoria operativa, esta será incapaz de procesarla, lo que nos generara frustración y dificultades para seguir generando aprendizaje.
Es entonces que el aprendizaje se potencia aplicando el principio de la simplicidad, eliminando toda la información repetitiva o redundante que no resulta esencial para los fines que busca.
4. La automatización del aprendizaje: El prestar atención conciente a algo, activa las zonas cerebrales de la corteza central, lo que hace que nuestro cerebro se ponga en modo de exploración, que es el modo que adquiere cuando aprendemos algo nuevo, cuando se encuentra en este proceso, casi todas las zonas cerebrales son activadas  n un esfuerzo por centrar su máxima atención.
Una vez que nuestro cerebro descubre cuál es la representación neuronal más eficiente de un determinado aprendizaje, tiende a automatizar esta secuencia.
La conducta derivada de la nueva conexión sináptica creada, tenderá entonces a producirse de forma espontánea, de un modo prácticamente inconsciente, casi sin esfuerzo y con muy escaso gasto de energía.
En ese momento se podrá seguir avanzando con el siguiente nivel de aprendizaje, para adquirir nuevos conocimientos o conocimientos de un nivel más complejo






5. El interés y la motivación:
Nuestro cerebro está programado para prestar atención sólo a lo que interpreta como una oportunidad o como una amenaza,es decir, a aquello que nos emociona, positiva o negativamente.

Si la carga emocional de la nueva información es suficientemente elevada, seremos capaces de aprender, es decir, podremos transferir la información a la memoria a largo plazo, incluso con una sola repetición.

En cambio, cuanto menos nos interese la información que llega a nuestro cerebro, más y más repeticiones necesitaremos para que esa información pase a la memoria a largo plazo.

En general, intentar aprender algo que no nos interesa en absoluto –no nos emociona-, mediante el mero recurso de la repetición, suele ser un ejercicio bastante absurdo e ineficaz.

El colmo de la ineficacia se produce cuando intentamos aprender algo que ni siquiera comprendemos, y por tanto no podemos asociar con nuestros conocimientos previos.

Siempre recordemos que el aprendizaje está estrechamente relacionado con el circuito de la motivación, a través del mecanismo de liberación de dopamina en nuestro cerebro.


6.    6.La sorpresa y la novedad: La cantidad de dopamina que nuestro cerebro segrega ante un evento positivo no depende sólo del placer que nos produce dicho evento, sino también y muy especialmente, de lo inesperado del premio conseguido.
Nuestra felicidad está en buena parte vinculada al efecto sorpresivo de las oportunidades y mejoras que obtenemos.
Esto significa que para optimizar el aprendizaje no es importante sólo la recompensa, sino también el nivel de incertidumbre asociado a la misma.
En eso consiste básicamente el secreto de los juegos como medios de aprendizaje.
No sólo estimulan la exploración activa, sino que continuamente proveen retroalimentación en forma de premios –y a veces de castigos-, y además existe un nivel de incertidumbre respecto a la consecución de los mismos.
Eso hace que los jugadores se enganchen al juego, y el aprendizaje se produce de forma invisible, sin aparente esfuerzo.

7.      7.El estrés y las emociones negativas: El dolor, el miedo y el estrés también pueden favorecer el aprendizaje, siempre que nuestro cerebro crea hallarse ante una amenaza, excitará la amígdala cerebral, sede de emociones negativas como el miedo y la ira.
La activación de la amígdala que se produce en las situaciones de estrés sirve para realizar aprendizajes simples de evitación, del tipo "no debes tocar el fuego porque te quemarás".
Sin embargo, no sirve para aprender conceptos complejos, o para desarrollar soluciones creativas e innovadoras.
La saturación hormonal de adrenalina y cortisol asociada a las situaciones de estrés produce dos efectos contrapuestos en nuestro cerebro: por un lado, potencia a la amígdala, pero al mismo tiempo, afecta adversamente al hipocampo.
La estimulación de la amígdala hará que el proceso de consolidación de la memoria sea más rápido e intenso.
Al mismo tiempo, esta descarga hormonal producirá una atenuación de las capacidades cognitivas emanadas de la corteza superior cerebral, y acabará produciendo reducciones en los niveles de los neurotransmisores dopamina y endorfinas.
Si la descarga de adrenalina ha sido suficientemente masiva, entonces el hipocampo puede llegar a quedar temporalmente desactivado por completo, y entonces no será capaz de fabricar ningún recuerdo de lo acontecido.
El estrés estimula aprendizajes simples de evitación y al mismo tiempo puede volvernos literalmente más lerdos, atenuando nuestra inteligencia y nuestras capacidades superiores de aprendizaje.



 



 
 

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